El mago le pregunto eso al publico. Nadie respondio. Yo le dije que si. En el subte, un domingo a las 9 y 10 de la noche.
Se lo dije porque un papel en blanco siempre me produce ilusion. Electronico o no, siempre amo la blancura y la previa de todo. El no saber que escribir. Que decir. Como plasmar los sentimientos que recorren mi cuerpo.
En ese momento, cuando el mago lo pregunto, tenia mi lapicera en la mano, mi block blanco con hojas rayadas a punto de escribir frases solitarias que salieran de mi mente.
Y dije «si…yo!».
El mago me mostro un papel en blanco y con un encendedor lo prendio.
Un rosa salio de alli.
Me la regalo.
El mago se fue y me dio algo que durante dias no me salia.
Una sonrisa.